Amparo Escribano Baixauli

un viaje distinto


Un dia de verano, con un calor sofocante, en el centro de Madrid, Riley estaba esperando al metro que le llevaría a trabajar. Como cada día, Riley se sentaba en el último vagón, porque así, estaba más cómodo, cogía un libro y se ponía a leer. Siempre leía libros de aventuras, porque con la tranquilidad que encontraba en la soledad del vagón, se imaginaba que él era el protagonista de las aventuras que leía y eso le encantaba, le hacía volver a su infancia.
Pero esta vez algo era distinto, el vagón olía a un perfume que parecía ser bastante caro, así que Riley lebantó la cabeza y se encontró frente a él a una chica, cosa que le sorprendió.
La chica era alta, rubia, ojos verdes, con unos dientes perfectos y muy sonriente. Kassidy que así se llamaba, le preguntó a Riley si podía sentarse, obviamente con todo el vagón vacío, Riley no pudo negarse y le ofreció asiento enfrente de él.
Lo que sucedió a continuación dejó a Riley perplejo, pues Kassidy se sentó, sacó de su maletín un libro, casualmente de aventuras, lo abrió y comenzó a leer. Viendo esto Riley hizo una pequeña mueca de asombro, y cerró su libro marcando la página por la que se había quedado, se acercó a la chica y le preguntó acerca de su libro. Ella cerró su libro también, y le contestó, a partir de ese momento, entablaron una conversación que les duró todo el viaje.
Al llegar a su destino, Riley se despidió dándole un beso en la mejilla, cosa que Kassidy, no se esperaba, así que solo pudo decir, que había sido un placer conocerle y que le encantaría seguir conociendole.
Al llegar al trabajo Riley no dejaba de pensar en esa chica que había aparecido como por arte de magia, y que era perfecta para él...así que no tubo otro pensamiento en todo el día.
Cuando salió de trabajar él esperaba encontrarsela de nuevo, pero Kassidy no tomó ese tren, así que no la vio.
El pobre Riley llegó a su casa deshecho, cansado, solamente tenía ganas de irse a dormir con la esperanza de que al día siguiente la encontraría de nuevo.
A la mañana siguiente, como todos los días, se levantó, se duchó, se arregló y se fue a la estación, pero esta vez llegó con mucha antelación y con los nervios, tomó otro metro y cuando llegó al vagón allí no había nadie... nunca se había sentido tan solo como ese día, aunque siempre había viajado solo.
Kassidy al llegar al metro y no verlo pensó que se había sentido molesto por romper su rutina el día anterior y pensó que sería mejor olvidar a aquel chico.
Pasaron los meses y jamás volvieron a coincidir... los dos volvieron a su rutina de siempre. Pero un día a Riley, le dio por girarse, y vio a Kassidy subiendo al otro metro, así que salió corriendo a buscarla, la encontró y le explicó todo lo que había sucedido y el porque nunca volvieron a viajar juntos, así que Kassidy sonrió y lo abrazó. Subieron juntos al metro y llegaron a su destino, pero esta vez Riley le pidió el móvil a Kassidy por si había algun otro mal entendido poder arreglarlo, o para quedar a una hora y llegar los dos a la vez.
Así que desde ese día jamás, ninguno de los dos, volvió a viajar solo....

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Published on e-Stories.org on 28.03.2012.

 
 

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