Me gusta imaginarte. Que estás aquí,
conmigo.
Aunque sé que me engaño.
Que me esperas. Te mantienes en vilo.
Que pasas por encima de arañas que vigilan
y que enredan las cosas con falacias y
timos.
Que me esperas al margen de todos y de
todo.
Que relees mis cartas.
Que recuerdas mis sinos.
Y que sigues ahí a pesar del silencio.
Y me engaño a mí misma. Soy feliz. Así
siento
reverdecer estrellas negras del firmamento.
Y así pretendo verte, sentir ahí tu
ternura.
Incluso cuando no haya en tus letras, luz alguna.
Incluso cuando me odias. Aún cuando me has
dicho
que todo se acabó y que yo ya no existo.
Cuando sé que mañana, mañana, será frío.
Y que hallaré el vacío que me llena de lágrimas.
El vacío que llena de amargura mis páginas.
Yo sé que estás ahí.
Sabré cuando te has ido
Porque ha recuperado su forma este vacío.
Porque tú sigues ahí y tu enigma es espacio.
Yo sé que estás ahí.
Aunque sé que me engaño.
Pernelle. 26 de mayo de 2007.